VOLVEREMOS (La canción de los confinados)
Se acabarán los lunes de sombras descuerpadas que caminan errantes por todas las aceras sin encontrar la piel donde acoplarse Expirará este tiempo de balcones y miedos Volveremos al sol y a los abrazos a las calles preñadas de deseos a los parques con niños dibujando la risa a los bancos ardientes de los enamorados devorándose a besos a escuchar en la plaza las batallas del pelotón de abuelos Volveremos a las casas de todos los amigos a discutir echándonos las babas a no saber guardarnos un secreto a los bailes de todas las verbenas a los llantos de todos los entierros Volveremos a las mesas de veinte comensales a compartir el vaso del colega y dejárselo seco a dar nuestra palabra para firmar contratos a bailar arrimados para meternos mano a subirnos a un tren para viajar muy lejos Volveremos
En los tiempos del confinamiento faltaba mano de obra para recoger las cosechas
ABRE LA PUERTA PRESIDENTE
que estos blanquitos fofos con sus equipaciones y sus botas de trekking hundiéndose en los surcos y en los caballones son incapaces de arrastrar sus sombras en las jornadas de los campesinos no están hechos al sol ni al aire libre ni a las navajas, ni a las espalderas mucho menos al fruto a ras de suelo y se embadurnan con tubos de crema y aman la luz eléctrica y el agua en tuberías estos blanquitos que siempre están fumando y mirando sus móviles con el carné en la boca de los sindicatos con todas esas leyes que aquí se desconocen son capaces de echarnos a perder a los hermosos negros y contagiarles sus enfermedades esos negros fibrosos que revientan -si fuese necesario-
como mulas tirando de un arado acarreando espuertas al remolque de un tractor que no para que apenas balbucean el idioma y no protestan por nada y guardan energía suficiente para correr veloces si apareciese alguien pidiendo los papeles Abre la puerta presidente y que entren los hermanos tan morenos rumanos y albaneses que hallaron el camino a la indigencia detrás de los ladrillos derribados en el 89 cuando acabó la historia que vengan las mujeres de marruecos tan conscientes de su papel de esclavas en el mundo amordazadas siempre Abre necesitamos moros de piel dura
y esclavitud antigua bendecida y fundada por los protectorados de occidente
ya tenemos sus casas amuebladas mansiones levantadas en cuadras para bestias y en urbanizaciones de adosados de palés y cartón, maderas, uralitas chapas que combustionan en el día y aguantan el calor cuando oscurece neveras de butano con gomas caducadas y un agujero negro detrás de una cortina Abre la puerta presidente que ya están los insectos salivando que ya hemos redactado los contratos que la expulsión ya está garantizada con los últimos frutos que caigan al capazo manda a los aviones de carga del ejército que traigan bien repletas las bodegas de esas manos con callos de espaldas que soportan el trabajo y la pena de bocas adiestradas en el miedo Abre la puerta presidente
que se están malogrando muchos billetes púrpura en el árbol
